USA

1 de mayo de 1971 Cañonero sorprendió al mundo

Ganó el Kentucky Derby con un potente remate sorprendiendo al mundo

Los venezolanos aventureros, Pedro Baptista, Gustavo Ávila y, Juan Arias, retaron a los mejores y los vencieron

 

El 1 de Mayo de 1971, el noble purasangre, Cañonero II (Pretendre – Dixieland II), hizo historia al ganar la edición 97 del Kentucky Derby, resultado que se convirtió en una ¡hazaña! Incluso más sorprendente que la de Secretariat (1973), ya que nadie daba, ni un dólar por el castaño pistero de Venezuela, siendo lo más irónico… que él mismo nació en un criadero de Kentucky en los Estados Unidos. Ese sábado, los venezolanos aventureros, Gustavo Ávila en la monta y Juan Arias en el entrenamiento, soñaban con hacer un buen y decoroso papel en el “Derby de las Rosas”.

Los profesionales de la hípica norteamericana, propietarios y, público asistente al evento veían en el paddock, al “Negro” Juan Arias, como: “Gallina que mira sal…” Una vez ensillado Cañonero con el número 15 en la gualdrapa o mandil, procedió a montarse “El Monstruo” Gustavo Ávila, lleno de mucho optimismo, justamente en ese momento… se escuchaba el clarín que anunciaba, salir a la pista debidamente formado parte ser parte del desfile de cada uno de los ejemplares al punto de partida. Durante ese trayecto, Ávila vivía una emoción, nunca antes experimentada, que le parecía increíble, pero que era cierta, desde las tribunas de Churchill Downs, se sentía la incredulidad de los espectadores con la delegación venezolana, pero pa´ lante.

Estaba todo listo para darse la largada del Kentucky Derby de 1971, la muchedumbre estaba pendiente del gran evento, cada quien ligaba a su favorito. Llegó la hora de la verdad… ¡la partida!, el contendiente Cañonero, no tuvo buen arranque y en los primeros 400 metros, el castaño quedó al fondo del pelotón (tramo cubierto en 23”), pasados los 800 metros, Cañonero II venía en las mismas, sin proyección aún de avanzar, el puntero de la competencia, hasta ese momento dejó: 46” con 4/5, para la media milla e iban pasando por la recta del frente. Cuando comienza el giro de la última curva a aproximadamente a unos 500 mts. de la llegada, el hijo de, Pretendre, va desplazando a varios rivales y se apreciaba que su accionar  iba a contar en los metros decisivos.

Una vez que entraron a la recta final, Cañonero se posicionó entre los tres primeros lugares, desplazándose por la mitad de cancha, en una la línea diez, y ya con el camino despejado a la inmortalidad. En los 200 finales, el invasor venezolano, se veía ganador… desplegando su mejor accionar corredor… (Un abismal remate…) El consentido de los colores venezolanos y outsider del Derby, llegó a la meta en evidente ganancia, demostrando superioridad ante el resto del lote, mientras que Gustavo Ávila, se para en los estribos y señala el triunfo, como dándole las gracias a Dios, mientras que a unos tres cuerpos pasaba su escolta.

“No lo puedo creer, el caballo que viene de ganar el Derby es uno que vendí por dos mil dólares, dijo y bajó sus binoculares”. Edward Benjamín, criador de Cañonero. Hay que destacar que el Sr. Luis Navas, hípico local y que trabajó en el “Studbook”, fue quien adquirió al caballo y posteriormente, lo trajo a Venezuela, para vendérselo a Pedro Baptista.

El Kentucky Derby de 1971, siempre será recordado como los dos minutos (2´), de la “Gloría” del hipismo venezolano en la élite hípica mundial. Quienes son aficionados y fanáticos de la hípica, deben conocer, tener presente y, admirar la hazaña de Cañonero II, así como también de todo el equipo conformado por: Luis Navas, quien comenzó la historia, Pedro Baptista, propietario, Juan Arias, entrenador, el jinete Gustavo Ávila y, Juan Quintero el caballerizo, quienes marcaron con un sello de “Hecho en Venezuela” la historia mundial de las carreras de purasangres.

José Daniel Gil

@josedaniel11

Foto: Cortesía (Colección de Luis Navas)

Vídeo Cortesía: Canal YouTube de Kentucky Derby

Mensaje del editor: La hípica es pasión y entretenimiento,  pero el verdadero goce de la vida es Dios. Por tal razón, hoy comparto esta palabra con usted que lee el presente trabajo y lo invito a seguir la cuenta: @cristianoydefe, si tiene un problema contáctenos porque oraremos por su restauración.

Hebreos 11: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.